jueves, 22 de julio de 2010

VUDU CARIBEÑO: LOS LOASES

LENGLESÚ

Se auto identifica cuando se posesiona de un caballo. Se caracteriza por ingerir grandes cantidades de ron, sobre todo de aguardiente de caña con picante. Su manyé-luá incluye un verraco y todo tipo de viandas. Ese animal es degollado, como si fuese un chivo. Se abre un hueco en la tierra donde se depositan una botella de ron, viandas y otras cosas que se le ofrezcan en la comida. Encima de todas ellas, se derrama la sangre del animal sacrificado. En dicho hueco se depositan, finalmente, las partes ofrendables de aquél : la cabeza, las cuatro patas, el rabo y el corazón. La comida confeccionada con el resto del animal puede ser ingerida por los asistentes a la fiesta.
Lenglesú es un lúa diablo. Es "violento y maligno". Cualquier compromiso establecido con él que se incumpla puede costar la vida.
Se aprecian diferencias en cuanto a las partes que se le ofrendan a este luá en Haití y en Cuba: en el hermano país caribeño se le incluye en el manyé parte de la lengua y de las orejas, así como las patas delanteras y la extremidad de la cola; los pedazos de carne no deben ser cocinados con sal.
Es presentado Lenglesú como el lúa del arco iris y Blinginsú "marcha" o camina con él.
Existen dos Lenglesú más: Lenglesú Damá y Lenglesú Vasensá, con rasgos o caracteres diferentes a los del primero

DJAB MONTAÑE

Como su nombre lo indica, se trata de un lúa diablo: se le llama a las doce de la noche, en el centro del monte y se le ofrenda un macho sin castrar o verraco, de color grisáceo. Su ofrenda se cocina entera y se deposita donde vive; en ella se incluye una variedad común de viandas.
De figura llamativa, del tamaño de una palma, agita sus enormes y largos brazos cuando se mueve. No puede "montar", pues, en el interior de una casa por sus descomunales dimensiones. Lo hace sólo en el bosque. No se distinguen sus facciones al manifestarse, pero se ve que lleva una enorme cadena atada a la cintura.

SAINT MICHEL ARCÁNGEL

Santo que se utiliza en el hogar "como respaldo de la casa; siempre hay que tenerlo en la puerta". Aparta o vence las "malas corrientes" que puedan ser dirigidas contra una familia.
Según el canto que se le dirige en la ceremonia, es presentado como un intermediario de los Zanges (los santos vodú), ante Dios y la virgen María.


MACUTO
Luá traído de Haití. Es varón. Porta un machete y una yaba.

CICLÓN
Luá diablo. Cuando se posesiona de su caballo, se necesitan veinte o treinta personas para controlarlo, pero a todas puede levantarlas. Posee una furia y poder descomunales.
ABORÍ

Luá diablo.

MAMÁ GUÁ o MANAGUÁ
Equivale a mamá abuela.

DIVISIÓN
En cada grupo de luases afines debe haber un jefe que los dirija: a ése se le
denomina División. En el asentamiento cubano-haitiano de La Caridad, hay una practicante voduista, caballo de este santo. Se le identifica cuando se posesiona de ella por los cantos que le corresponden, uno de los cuales dice así:
¡División mayí-colá-oh, oh
¡División mayí-colá-oh, oh!
¡División mayí-colá-oh, oh!
¡División mayí-colá eh, eh egué!

OBBÁ LOMÍ
Su vestuario es blanco e incluye una pañoleta de ese mismo color. Usa una falda larga y su bebida preferida es melosa, no alcoholizada. Porta como atributo también un collar. Es la reina de la ceiba, árbol donde reside su poder. Si no pertenece a la categoría de los luases diablos, guarda estrecha relación con ellos.
Como animales de sacrificio se incluyen en su manyé un chivo y un pollo negro. Los alimentos se le depositan en una canasta. Se trata de una antigua divinidad venida de África y que en Haití, recibe el nombre de Congó Azuecá. Junto con los miembros de la familia de los Ogún, es especialista en artos adivinatorias y trabaja mucho con las barajas.



SANTOS ACUATICOS


Aunque a primera vista parezca que en vodú existe un debilitamiento en el culto a la serpiente proveniente de los antiguos whydah del Dahomey, en las prácticas voduistas observadas se aprecia un número considerable de luases con rasgos que denuncian el poderío de ese culto. Se atestiguan que Gran Búa al desplazarse silba y hay varios santos que se cuelgan de las ramas de los árboles o que se arrastran por el suelo como si fuesen un ofidio.
Nunca se usa una serpiente viva en las prácticas voduistas. Entre los espíritus acuáticos se ponen de manifiesto los aludidos rasgos, a veces sutilmente.

ZAÚ PEMBÁ
Al presentarse, se echa al suelo y de inmediato hay que echarle mucha agua a su paso. Él prácticamente se arrastra por el fango, al tiempo que "canta". Ingiere grandes cantidades de bebidas alcohólicas, lo que hace por botellas, de un solo sorbo. Así es como realiza su trabajo: al brindar, se dirige a los interlocutores para decirles francamente: "Yo no tengo amigos, no me relaciono con nadie". Desaparece de la vista pública y se introduce en el río, donde es difícil de hallar, allí puede pasarse días enteros y reaparecer nadando. Es invocado a las doce de la noche. Como nunca existen condiciones para darle su manyé, él envía un miembro de su corte. Parece estar dotado de poderes prominentes en el orden de una inteligencia ordenadora, basado en la cual organiza y dirige las curaciones.

DAMBALLAH
Algunas veces se presenta como hombre y, otras, como mujer. Cuando lo hace como santo, se dice que es el rey de los santos guerreros, Criminel o Togó, En su segunda variante, aparece como una santa vestida de blanco que pide, en vez de ron, agua de azúcar.
Su alimento característico es el maíz tostado. Entra cantando tranquilamente, se muestra muy contenta con todo el mundo y santigua a los concurrentes.
Cuando Damballah silba no cobra por el trabajo que realiza. En su ofrenda se incluyen chivos de pelambre amarilla, ( giro) o colorado y viandas de todos los tipos .

CULÉV

Su ceremonia se realiza en el río. Los animales que se le sacrifican son los curieles, los cuales se introducen en una lata de donde son extraídos para matarlos con un cuchillo. Un poco de su sangre se echa en un frasco y se mezcla con perfume para el uso de los hijos del altar. También come fruta de pan. Es un santo que según los informantes fue traído de Haití.


SIMBÍ
En Haití se le considera el guardián de las fuentes y los mares. Simbí come en el río. Allí se le debe realizar su servicio. En su manyé se incluyen una pareja de pollos pintos y viandas (yuca, plátano, malanga, etc:) y un poquito de arroz blanco.
LA SIRENA Y LA BALLENA DE MAR
La Sirena y la Ballena son dos divinidades marinas tan estrechamente unidas que se les venera juntas y se les celebra con el mismo canto. Unos dicen que la Ballena es la madre de la Sirena, otros que ella es su marido y, en fin, otros que esos dos nombres se aplican a una sola y misma divinidad. Se representa a la Sirena conformé a la tradición europea, pero cuando ella aparece en el santuario, la persona que es poseída por ella es solamente una mujer joven, coqueta, muy cuidadosa de su tocado .
En una reciente investigación realizada en la República Popular de Angola, constatamos un fuerte culto a la sirena -representada convencionalmente de la forma antes mencionada- de origen kikongo. Los informantes de las comunidades haitianas aseguran que esta divinidad es un santo blanco, hombre, que vive en el mar.

ERCILÍ O SANTA CECILIA
En Haití existen dos Ercilí principales: Ercilí Dobá o Dogbá que es uno de los grandes luases del país, símbolo de la pureza, y Ercilí Fredá o Ercilí Freda Daromain que, como la anterior, se le identifica con la virgen María.
Todas las demás divinidades son consideradas como hermanas de la primera, en cuya ceremonia se realizan aspersiones en la tierra y el aire con perfume. Por sus veleidades y sensualidad sin embargo, se le considera como una especie de Afrodita antillana, con lo cual se le asemeja a la Ochún cubana , "diosa del amor sexual y patrona de Cuba”.
Pero si el color simbólico de ésta es el amarillo, el de Ercilí es el blanco: se trata de un espíritu marino que se desgajó de su cuerpo acuático para devenir en signo cultural de alcance más vasto. Hay que consignar que, como ocurre con otros luases hay otras Ercilí que se le contraponen en cuanto a rasgos caracterológicos.
En Republica Dominicana, esta divinidad recibe el nombre de Metré Silí y tiene gran renombre. Posee muchos de los trazos de la divinidad haitiana :es muy débil a los perfumes, a las prendas y a los trajes lujosos y caros. Odia la bebida y se deja arrastrar por la atracción masculina.
Esta misma divinidad, en punto petró. es "la única metresa que se presta para recoger corrientes malas cuando utiliza flores amarillas o de sol".
Se han podido registrar dos tipos de Ercilí : una, de claro sello rada y otra, que bien puede equipararse con la Ercilí-Yeux-Rouges (Erzulie Ojos Rojos), de tipo petró. La primera va enteramente de blanco, detesta las bebidas alcohólicas y delante de su vista no pueden realizarse sacrificios cruentos: además tiene como pareja a Ogún Bátala u Ogún Guerrero, en su manyé lúa se incluyen palomas blancas, cake y bebidas dulces, entre otros alimentos. A despecho de esta primera clase de Ercilí localizada en las montañas de la Sierra Maestra, en la provincia de Las Tunas se constata un culto a la Ercilí roja: en su ceremonia se producen sacrificios de animales y su caballo viste con este color simbóliCO.

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